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Infomercials

   En los últimos años Adult Swim ha dado lugar a algunas de las piezas audiovisuales más estimulantes de la década. Y eso no es todo: con nocturnidad y alevosía, los artistas de Informercials han tomado los elementos más significativos de los vídeojuegos, bien para ofrecer una mirada ácida sobre el sector o para crear una nueva semiótica. Lo descubrimos en este reportaje.

   ¿Conocéis el meme de la autopista y los desvíos? Vamos a extrapolarlo a los videojuegos como medio. Por la vía principal van los códigos fundamentales: las distintas fórmulas de cada género, la interacción con un soporte físico, su narrativa, etc. Es un camino unívoco, que tiene como parte positiva el “abrigo” o seguridad de lo ya conocido. Al mismo tiempo estos códigos se perciben como encorsetados, al estar ligados a esquemas trillados de sota-caballo-rey. Pero en esta autopista hay desvíos a ambos lados de la carretera. Están aquellos que toman los tópicos de los juegos, junto con los códigos de su representación en otros medios, y los usan para crear algo nuevo, bajo una forma que también subvierte el significante. Asimismo, también hay autores que, buscando ese mismo sentido de agitación, dan lugar a iteraciones completamente originales, una de cuyas partes son principios elementales de los videojuegos.

   Vamos a aclarar este galimatías.

   Quien más quien menos ha sentido alguna vez envidia de la tele norteamericana: sus late night, los canales especiales, sus grandes eventos… En esta era global ya tenemos acceso a muchos de esos contenidos; pero sigue habiendo espacios que aquí ni soñamos. Entre ellos Adult Swim. Adult Swim es algo así como la “sesión golfa” de Cartoon Network; un contenedor que, desde las ocho de la tarde hasta las seis de la mañana, emite programación destinada a un público adulto. En Adult Swim se pueden disfrutar series como Bob’s Burger, Robot Chicken o Rick & Morty; anime variado, reposiciones y  (lo que nos interesa en este reportaje) espacios de “comedia” con actores reales. Si la pongo entre comillas es porque los creadores de estos contenidos están más escorados hacia el absurdo y el surrealismo, que al humor en sí. Dicho de otro modo: Adult Swim es el Channel Zero de la comedia. Con permiso del maravilloso The Eric Andre Show, la pièce de résistance de estos contenidos es Informercials, piezas de entre 10 y 20 minutos de duración que parodian el estilo de los publirreportajes o infocomerciales. Un punto de partida que se ha extendido a formatos como los tráilers de películas, los gameplays o las campañas electorales, entre otros. Durante cinco años, los Infomercials limitaron su repercusión a los “fieles” de Adult Swim y a momentos fugaces de fama en las redes. Pero todo cambia cuando, en octubre de 2014, se emite Too Many Cooks.

 

 

   Too Many Cooks comienza dentro de los parámetros del humor esperable en Adult Swim: una parodia de las telecomedias tipo Cosas de Casa o Roseanne, con un opening interminable al que cada vez se suman más personajes, al ritmo de una canción que jamás podréis olvidar. Pero amigo, Too Many Cooks es mucho más. A medida que avanza, emula las intros de los géneros televisivos más conocidos, hasta convertirse en un increíble juego de meta-ficción. El director Casper Kelly introduce varias disrupciones en esta “narrativa”: no sólo subvierte las normas del medio televisivo, sino que también crea sus propios códigos, para inmediatamente después destruirlos. Too Many Cooks tiene capa sobre capa de “chicha”, una escalera de Escher a la que se le queda pequeña la etiqueta de sketch.

 

Final Deployment 4

   En 2018, Casper Kelly quiso aplicar la fórmula de Too Many Cooks a un nuevo corto, pero bajo unos parámetros diferentes. Junto con el animador y director de efectos visuales Nick Gibbons, Kelly ha creado Final Deployment 4: Queen Battle Walkthrough, y como reza su título, es un gameplay comentado. Como ocurría con Too Many Cooks, FD 4: QBW empieza como una parodia “normal”, con un youtuber tipo explicándonos el exploit para derrotar a un jefe, en un juego similar a Gears of War. El desarrollo no tarda en coger velocidad, y cuando lo hace… Mamma mía.

 

 

   En Final Deployment 4 hay un juego dentro del juego, dentro de otro juego, dentro de otro más, dentro de otro; y así hasta que resulta difícil saber qué está pasando. Una cinta de Moebius que se rompe al acabar con el último jugador (¿o es el primero?), y que podría ser un perfecto capítulo de Black Mirror (de los buenos, de los de antes de Netflix). Pero es que además le mete un buen repaso a este gremio nuestro, demostrando un finísimo conocimiento sobre el mismo: desde el remedo de Arkham Knight, hasta la fiebre de Fortnite o la emotividad forzada en algunos juegos de acción, parodiando las escenas dramáticas de la saga Gears. ¡Y eso no es todo! FD 4: QBW deja retratados a los fenotipos del youtuber de juegos: desde el antisocial aislado del mundo hasta la Jessica Nigri, tonta y burbujeante.

   Casper Kelly hunde más y más el bisturí, hasta alcanzar su objetivo: los gamers/youtubers más obsesivos, absortos en una no-vida donde sólo importan los likes. “All I know is that when I play video games I feel like I have a purpose”, dice uno de los personajes; y es una frase que resuena, aunque sea un poquito, en cualquier jugador. Mantenerte ocupado, pero no para divertirte: lo haces para no pensar, para llenar un vacío insalvable. Incluso Scourge/Marcus Fenix, con su estrés postraumático, nos habla de eso: del hueco que queda cuando no está matando aliens, y cómo su vida se ha quedado estancada, mientras la gente a su alrededor parece evolucionar. Con esta obra Kelly nos pone frente a un espejo, sin que por ello FD 4: QBW trate de burlarse de un colectivo ni ridiculizar su pasión. Al contrario: los conoce tan bien que se permite reírse de ellos en confianza. Pero sí que retrata a todos aquellos que viven para y por algo que no es real; los que afrontan una crisis existencial y tratan de paliarla con likes, logros, suscriptores y todo tipo de elementos vacíos. Señala, pues, a esas personas esclavas de aquello que promueven. Hasta el punto de terminar siendo cascarones, cuya único contacto con la realidad son un par de catchprhases, un “a ver si me acuerdo de ver cómo está mi madre”.

   No está nada mal para unos sketches de madrugada, ¿verdad? Pues esto es sólo una parte.

 

Alantutorial

   Alan Resnick es miembro del colectivo Wham City, que a su vez es colaborador frecuente de Adult Swim. El eje que vertebra todo el trabajo de Resnick son las enfermedades mentales, en fondo y forma. Resnick habla de ellas y las plasma con una creatividad pasmosa, pero también las utiliza como herramientas para tratar otros muchos temas. Casi todas sus obras son unos microcosmos tan elaborados, que me va a costar mucho resumir sus claves. Pero ea.

   Las claves de un autor suelen reunirse en su opera prima, o bien en aquella que les dio a conocer. En el caso de Resnick estaríamos hablando de Alantutorial, un pozo sin fondo de creatividad del que es casi imposible salir. El propio Resnick es Alan, el protagonista de una serie de videotutoriales de YouTube sobre los temas más absurdos. Es evidente que el “Alan-personaje” sufre cierta algún tipo de trastorno, que le hace actuar y hablar como un niño. Resnick retrata con pulso firme este tipo de afección, tanto con representaciones fidedignas de sus síntomas (por ejemplo sus “rituales” personales como mecanismo de autoayuda), como señalando las percepciones más tópicas sobre el autismo. Pero ni siquiera ese es el tema central de Alantutorial. Hablamos de una obra que se ha extendido a lo largo de tres años, pero que desde el principio tenía claro un objetivo, el cual no hemos conocido hasta el final. El humor absurdo de los primeros vídeos fue derivando en algo mucho más oscuro y surrealista: Alan comienza grabando sus tutoriales en casa de su hermano, pero le echan de casa; se queda a la intemperie, es secuestrado y explotado y acaba en el peor lugar posible, antes de escapar finalmente. ¿Y a dónde nos lleva todo este viaje tan movidito? Pues al verdadero sentido que Resnick quiere dar a esta obra. Ante todo, Alantutorial habla de la integridad del autor. Acerca de cómo el talento, cuando es explotado, corrompe al artista y le priva de su energía creativa. En su defensa del artista como creador, Resnick defiende incluso la pasión de aquellos que intentan, con mayor o menor fortuna, cosas que han visto realizar a otros. Pero al mismo tiempo, ataca con fiereza a los que explotan el trabajo de otros en su propio beneficio y contra la voluntad del creador. Y entre todas las cosas que es Alantutorial, también es un gran juego, repleto de pistas y enigmas, y que introduce las constantes por las que Resnick aparece en este reportaje.

   En 2013 Resnick se estrena en Adult Swim con el infomercial Live Forever as You Are Now with Alan Resnick. Se trata de la culminación de un sketch previo, que Resnick había representado en los tours de comedia de Wham City. Es también el primer vídeo creado por AB Video Solutions, la división mediática del colectivo; y está dirigido por Resnick junto con su compañero en Wham, Ben O’Brien. En este corto Resnick usa el formato de los vídeos de autoayuda para dar su visión sobre el transhumanismo, con buenas dosis de surrealismo y acidez. Resnick, un pobre trasunto de Steve Jobs (incluyendo sandalias, product placement y las charlas flipadas), nos propone ser inmortales creando un avatar virtual, con unos medios tan cochambrosos como el resultado final: Los avatares son, por decirlo claro, una puta mierda, y el de Alan recuerda al infame moñeco de Gaspar Llamazares en Second Life.

 

 

   Al tratarse de su primer trabajo para Adult Swim, Resnick pone énfasis en los valores más objetivos, en concreto en la comedia. Resnick es muy telegénico y divertido, y además domina el humor negro característico de AS. Pero junto con frases geniales como “put your dirt in me”, o su flipante versión sobre el Uncanny Valley (“this is uncanny valley, that’s where your girlfriend lives”), Resnick también introduce su crítica mordaz, en varios estratos. A un nivel más evidente, Live Forever se pitorrea de las TED-talks, los falsos gurús y la cultura de la autoayuda. Una lectura más profunda nos habla sobre cómo no tenemos ni zorra acerca del funcionamiento de la consciencia. Al mismo tiempo, Resnick contrasta el narcisismo del ser humano en pleno siglo XXI (“mírate en el espejo durante 5 horas y dibuja lo que ves”), con lo irrelevante de nuestras vidas. Los avatares de Live Forever no expresan nada trascendente, sino que repiten las chorradas que solía decir la persona en vida. “¡no me gusta tener frío!”; “¿estamos en el coche?”.

   Live Forever… no vino solo. Habiéndole cogido el gusto a la narrativa transmedia con Alantutorial, Resnick traslada ese método a su trabajo en Adult Swim. Live Forever cuenta con su propia página web (si os da error al abrirla, usad un plug-in para cambiar la VPN, tipo Hola). Como no podía ser de otro modo, se trata de un site con un diseño patético, digno de los 90. En él podemos mantener una conversación absurda con Teddy, o rellenar un cuestionario interminable y sin sentido. Esta magnífica extensión de Live Forever permite a Resnick dar nuevos guantazos: a las webs que recopilan información sobre nosotros con fines comerciales; a la fiebre de publicarlo todo en mil tipos de redes sociales; y, de nuevo, a los gurús informáticos. El ego de estos personajes es desmedido, por lo que Resnick-Jobs aparece en todas y cada una de las secciones, omnipresente y perenne con su charla insustancial. Y encima, va en calcetines.

 

Unedited Footage of a Bear

   La buena acogida de Live Forever garantizó a Resnick (y por extensión, a Wham City) un sitio en Adult Swim. Alan puso sus miras más allá de la fórmula habitual. Quería ahondar en su presentación, como contenidos “reales” con los que un espectador podría toparse viendo la tele de madrugada. Con un fin muy distinto al humor, Resnick iba a aprovechar ese momento de guardia baja del espectador. Unedited Footage of a Bear comienza de forma inofensiva, tal y como dice su enunciado: la filmación de un oso pardo, con el típico comentario documental de fondo. En ese momento se introduce una pausa publicitaria. El vídeo es un anuncio sobre Claridryl, un antialérgico para madres que se ven superadas y necesitan un empujoncito extra, porque “ser madre es como estar en dos sitios a la vez”.

   Pero a medida que el vídeo avanza, percibimos que algo va muy mal. Terriblemente mal.

 

 

   Unedited Footage of a Bear es increíble. Es la pieza más contenida y redonda de Alan Resnick. Es además una de las obras más terroríficas de la última década. Un festín de ideas poderosas. Es un juego mental, que engaña al espectador y le deja indefenso. Una sucesión de momentos e instantáneas tan intensas, que muchos directores matarían porque fueran suyas. Es casi una ofensa para los realizadores del género: un vídeo de Adult Swim, en un canal de “humor”, le pasa la mano por la cara a la mayoría de películas de miedo recientes. No tiene derecho a ser tan buena.

   Y como todo lo que sale de la cabecita de Resnick, Unedited Footage es un mapa del tesoro. En lo formal está repleto de pistas que nos van mostrando qué está pasando: los niños ausentes, las cajas vacías, las bolsas que la policía saca de una escena del crimen (no me digáis que esto no es pavoroso; la imaginación vuela viendo la bolsa con líquido). Y empezamos a entender: Claridryl es un medicamento muy adictivo, con terribles efectos secundarios. Da la impresión de que esa confusión y paranoia se contagian a nosotros mismos, los espectadores. ¿La Donna malvada es real? ¿Es una manifestación física, una alucinación o una metáfora? El vídeo nos dice que todas las opciones son posibles. Pero por H o por B, el resultado es el mismo. Aunque se evita mostrarlo explícitamente, se nos deja claro que Donna ha matado a sus hijos, al igual que el autor de la escena del crimen que ve al pasar. Junto con el asesinato, el otro síntoma final de Claridryl es la muerte del paciente, bien por su propia mano o por la de otros.

   El gran tema de fondo de Unedited Footage es la depresión, y en concreto su medicación. El Clarydril del vídeo toma la forma de un medicamento de uso frecuente e inocuo: un inhalador para las alergias; poco más que agua de mar para desatascar las fosas nasales. Es decir: un producto cuyo uso nos resulta de lo más normal, en los demás y en nosotros mismos. Si tomo esto tan a menudo, si es algo que todo el mundo lo toma, no me tiene por qué hacer ningún mal, ¿verdad? Que los efectos secundarios de Clarydril sean tan catastróficos forma parte de la narrativa de esta obra de terror; con una base real: buena parte de esos síntomas pueden producirse si se abusa o se depende de los antidepresivos más comunes. Insomnio, ansiedad, paranoia y pensamientos suicidas (todos ellos representados en UF) son los más frecuentes; tanto en la toma incontrolada de estos medicamentos, como en su síndrome de abstinencia. Y en una cultura como la norteamericana, tan dada a aparentar normalidad de espaldas a la realidad, la adicción a estas y otras medicaciones (como los opiodes) es un melón que pocos se atreven a abrir. Resnick no demoniza los antidepresivos, sino su toma incontrolada, su uso como venda en los ojos. “Claridryl no es responsable de lo que ocurre a tu alrededor. Ayuda a tratar el dolor y la enfermedad, pero sólo a corto plazo y de manera limitada. Si te sientes fuera de lugar en el mundo es porque hay algo en tu interior que ha dejado de funcionar. Tal vez necesites un cambio profundo que te limpie por completo. Y esto es una oportunidad.”

   A estas alturas ha quedado claro que cada trabajo de Resnick no se limita a una única pieza. Unedited Footage of a Bear vino acompañado de la página web de Clarydril, un site que, por su diseño, podría pasar por Respibien o cualquier otro medicamento que sale por la tele. Pero no. Poco a poco, la web se transforma: la foto de Donna y sus hijos se vuelve grotesca; los rótulos se modifican; aparecen nuevos mensajes; los objetos cambian de tamaño, se comportan de forma errática o, si pinchamos en ellos, desaparecen… Confusión, visión borrosa, percepción alterada: parecen los primeros síntomas de tomar el dichoso Clarydril. Y es sólo el principio. Si volvemos a cargar la página, nos podemos fijar en que al lado de la familia hay una casa, a lo lejos. Cliquear sobre ella la hace cada vez más grande, hasta que estamos justo frente a la casa real. Parece Google Street View, pero es algo muy distinto: una aventura gráfica. Usando el sistema de movimiento de juegos clásicos, como Myst o Eye of the Beholder, podemos movernos por toda la casa e interactuar con mútiples elementos. Está la pila de regalos del vídeo, uno de los cuales se guarda en nuestro inventario. También podemos pintarrajear las fotos de la familia como hizo Donna, reproducir su “juego” con las sillas de jardín y hasta encontrar nuevos vídeos. Es “divertido”; pero para que nos olvidemos de dónde estamos, de fondo se escucha una banda sonora que pone los pelos de punta.

 

 

   Qué maravilla. Si el propio Unedited Footage ya era una sucesión de pistas y significados ocultos, el site de Clarydril es un auténtico tesoro. Resnick utiliza los mecanismos de las aventuras gráficas con un fin totalmente dispar: expandir una obra audiovisual y aportarle mayor contenido y significado, por medio de la interacción. Es un concepto brutal, cuya fuerza radica en el mismo contraste que hace tan especial a Unedited Footage. En el vídeo un supuesto anuncio publicitario, dentro de un presunto sketch de humor, se transforma en algo terrorífico. Del mismo modo, la web normal de Clarydril primero nos desasosiega, y después usa un formato inocuo (la aventura gráfica) para hacer un tour por un escenario que pone los pelos de punta. Resnick crea un desconcierto que nos cuesta procesar, y aprovecha esa confusión para cogernos por las pelotas. La web de Clarydril es un juego, pero no es presentada como tal: forma parte de un ARG, un Juego de Realidad Alternativa, concepto en el que Resnick iba a ahondar más en su siguiente trabajo.

 

This House has People in It

   2016. Resnick asume en solitario la dirección de su tercer trabajo para la cadena, lo que le permite dar rienda suelta a sus ideas y crear su obra más ambiciosa en Adult Swim. De nuevo es un Infomercial y de nuevo se emite a las 4 de la mañana, pero ésas van a ser las únicas constantes que se repitan. Resnick prescinde de todo contexto o referencia que sirva de ayuda al espectador: busca confundirle al máximo. This House has People in It no es un publirreportaje, ni un spot. Es, directamente, el feed de vídeo de las cámaras repartidas por la casa de una familia, cortesía de la empresa de seguridad AB Surveillance Solutions.

 

 

   El vídeo hace un recorrido por las habitaciones e inquilinos de la casa: los padres en la cocina, la abuela viendo la tele en el salón, un chapuzas haciendo reparaciones en el sótano… Pero con Resnick a los mandos, sabemos que la sensación de normalidad es falsa. En la cocina, junto a los padres, hay una adolescente tumbada en el suelo, boca abajo. Podría parecer  una simple rabieta, salvo por el hecho de que se trata de una persona adulta, y porque los padres la ignoran por completo. Es entonces cuando a la adolescente le empieza a ocurrir lo inimaginable, y sus padres entran en pánico. Hay algo extraño también en el resto de cámaras: un ser extraño merodeando por el jardín, el comportamiento errático del fontanero, o, en particular, el programa que está viendo la abuela… Se trata de The Sculptor’s Clayground, un espacio educativo sobre modelado y escultura, presentado por el propio Alan Resnick. Pero en vez de hablar de manualidades, el espacio hace referencia a una extraña enfermedad, y a la única cura posible: comer (su) arcilla. El vídeo se acaba y nos deja con el culo del revés.

   Siguiendo el dictado de la lógica, deducimos que el vídeo forma parte de las grabaciones de una empresa de seguridad inusual. A los habitantes de la casa les denomina Sujeto 1, Sujeto 2, etc. Esto nos sugiere que ABSS estaría realizando un experimento con la familia, o bien un seguimiento que no es precisamente legal. This House es una obra críptica, tanto que no se puede descifrar sin el resto de elementos que la componen. Poco antes del estreno en Adult Swim, Resnick subió cuatro vídeos a su canal de YouTube, con grabaciones inéditas de la familia y pistas inquietantes. Pero no era suficiente. Live Forever y Unedited Footage eran vídeos autocontenidos, complementados con una web y un videojuego, respectivamente. En el caso de This House, es imposible separarla del resto de elementos con los que conforma un todo. Es decir: para saber qué pasa en el vídeo es esencial visitar la web de AB Surveillance Solutions, donde el misterio se expande con un ARG.

   Hago un inciso para explicar qué es un ARG o Alternate Reality Game. Aunque el concepto no os suene, seguro que habéis probado o conocido un proyecto de este tipo. Se trata de un juego online consistente en recopilar pistas, repartidas por distintos medios y plataformas, con el fin de resolver un misterio. Dichas pistas pueden encontrarse tanto en el mundo virtual (webs, vídeos, e-mail, etc.) como en el mundo real. Lo que hace diferentes a los ARG es que, pese a girar en torno a una ficción, son presentados como algo real: tienen la apariencia de un misterio con el que nos hemos topado y que debemos resolver por nuestros propios medios. Los ARG tienen un fuerte componente social y se basan en las distintas plataformas que nos conectan con el mundo de forma global, tales como las redes sociales o el smartphone. No sólo eso: el desarrollo del juego está regido por los creadores del juego, en lugar de por una IA como en los videojuegos normales. Eso no impide que ARGs y videojuegos compartan ciertos rasgos; por ejemplo, los ARG también tienen NPCs como los de los MMORPGs, si bien estos están controlados por personas reales en tiempo real, en lugar de por una consola o un PC. Los ARG son una herramienta transmedia cuyas posibilidades apenas han sido explotadas. Su capacidad para resolver problemas en grupo podría tener aplicaciones laborales y pedagógicas. Al mismo tiempo, el éxito de un ARG depende de la credibilidad de sus herramientas: que sus webs sean realistas y que tenga una narrativa lo bastante flexible y sofisticada como para “atrapar” a los usuarios. Las innovaciones son constantes en los ARG, que no han dejado de evolucionar e incluso han “devuelto” el trasvase de ideas. Videojuegos como In Memoriam 2 siguen las reglas de los Alternate Reality Games, extendiendo su planteamiento más allá de los confines del juego contenido en un disco.

   La web de AB Surveillance Solutions presenta los servicios de la empresa. Con una redacción entre divertida e inquietante, ABSS nos promete soluciones a cualquier tipo de problema “de vigilancia”; en nuestra casa o en la del vecino. Este site tiene un log-in (usuario: 00437, password: bedsheets) que da a acceso a una pantalla DOS. Y  madrecita, todo lo que encontramos aquí… Recordemos que esto es un ARG y, por tanto, ABSS es una empresa “real”. Estamos en su registro de actividad, donde ha grabado absolutamente todo sobre la familia protagonista. Docenas de vídeos adicionales, que van de lo peculiar a lo aterrador; conversaciones telefónicas, algunas anodinas y otras en las que ocurre algo horrible; un site sobre el programa que está viendo la abuela, centrada en la Enfermedad de Lynks; otras páginas web sin relación aparente; coordenadas de mapa; vídeos con sujetos desconocidos; registros minuciosos por fecha; ¡un videojuego de Boomy the Cat!

 

   

   Construir un significado es arduo, sobre todo con tantísimas piezas. Si depuramos los “hechos”, podemos extrapolar datos más o menos objetivos. Existe una entidad sin piel que aterra a la familia; el padre es un niño grande con estrés postraumático; la familia tiene un comportamiento errático: son capaces de ignorar hechos traumáticos que ocurren ante sus ojos, o de celebrar la Navidad en pleno verano… A partir de aquí, las conclusiones quedan abiertas a la interpretación del espectador/jugador. Si se quiere, This House sirve como comentario a la América moderna, con sus cimientos capitalistas agrietándose. Así, la familia sufriría una disonancia cognitiva, respondiendo a los “problemas” con absurdos actos de patriotismo (por ejemplo, el padre entonando desquiciado una marcha militar). Pero también se puede ver en This House (tanto el vídeo como todo el material del ARG), un ensayo sobre los trastornos mentales, pues los personajes muestran, entre otros, síntomas de EPT, autismo, dislexia o esquizofrenia. La Enfermedad de Lynks serviría para englobar todas estas dolencias, a la vez que incide en cómo las enfermedades mentales no reciben la misma atención que las físicas. This House hablaría además sobre el furor por el exhibicionismo en el siglo XXI, el control gubernamental y privado, la cultura fast food… Y si añadimos The Sculptor Playground, habría que establecer una conexión con Alantutorial, explicar por qué son el mismo personaje y cómo se ha curado de la Enfermedad de Lynks (y de su propio trastorno psicológico). ¡Buf!

   Lo más probable es que esta madriguera de conejo no tenga fondo. Es el fin último de Resnick y su equipo: añadir pistas y contenidos hasta alcanzar un punto en el que todas las interpretaciones son válidas. This House esconde múltiples misterios por descubrir, pero no existe una gran pregunta que debamos responder. Como suele ocurrir en los ARG, somos nosotros los que determinamos el sentido del juego, y no hay una resolución definitiva, más allá de que decidamos escoger entre alguno de los posibles significados. ¿Y acaso hay algo más estimulante que lo imprevisible, lo desconcertante? Mientras asistimos al agotamiento de los mecanismos formales de los videojuegos “normales”, los Infomercials nos demuestran que, como decía La Más Grande, el medio no se agota en el mar de lo corriente: hay barcas pa’ seguir. Formas de usar los códigos discursivos y estéticos de los juegos para crear nuevas narrativas. Obras que nos obligan a contemplar nuestros propios fallos; que van más allá de lo paródico hasta alcanzar temas acuciantes de los que no solemos hablar. Sátira, terror, denuncia y testimonio, envueltos en ambición creativa, para darnos a nosotros las llaves de sus infinitos candados.